martes, 4 de septiembre de 2012

Desempleo Juvenil

Dos Estudios señalan la utilidad del Aprendizaje y las prácticas profesionales, Así como una mejora de las mismas


Las elevadísimas tasas de desempleo juvenil en Europa exigen una actuación inmediata por parte de los Estados miembros. Una de las prioridades de actuación es garantizar que los jóvenes tengan una transición fluida de la escuela al trabajo. Dos estudios realizados por la Comisión Europea sobre el aprendizaje y las prácticas profesionales en todos los Estados miembros de la UE recomiendan que estos sistemas respondan mejor a los requisitos del mercado de trabajo, se adapten mejor a las necesidades de las empresas y ofrezcan más garantías respecto a la calidad y las perspectivas para los jóvenes.

László Andor, Comisario Europeo de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión, ha declarado: «El Consejo Europeo ha destacado la importancia del aprendizaje y las prácticas profesionales para los jóvenes, especialmente en el contexto de las garantías juveniles y los nuevos sistemas de movilidad. Estos nuevos estudios arrojan más luz sobre estos sistemas y nos ayudan a preparar nuestras próximas iniciativas para mejorar la transición de la escuela al trabajo. El aprendizaje y las prácticas profesionales pueden tender puentes para que los jóvenes se introduzcan en el mercado de trabajo, ayudando así a corregir los excesivos niveles de desempleo juvenil en Europa, pero deben garantizar que se dé a los jóvenes una verdadera oportunidad de obtener un puesto de trabajo duradero más adelante. Nosotros también ayudamos a que sea así a través de una utilización más selectiva del Fondo Social Europeo».

Los resultados de los estudios aportarán elementos para la elaboración de dos iniciativas de la Comisión de aquí a finales de 2012: un proyecto de Recomendación del Consejo sobre las garantías juveniles, para garantizar que los jóvenes trabajen o sigan planes de estudios o de formación no más tarde de cuatro meses después de haber dejado la escuela, y la definición de un marco de calidad para los períodos de prácticas.

El estudio sobre el aprendizaje profesional recomienda que:

  • existan normas de calidad homogéneas para los estudios de tipo aprendizaje profesional;
  • haya un equilibrio entre capacidades profesionales específicas, por un lado, y capacidades y competencias generales, por otro;
  • los interlocutores sociales participen en el diseño y la organización del aprendizaje, dado que es un factor esencial para que tenga éxito, y
  • se adopten iniciativas conjuntamente con los estudiantes a fin de mejorar la imagen general del sistema de formación profesional.
 El estudio sobre las prácticas profesionales señala que:
  • es necesario establecer una definición clara de las prácticas profesionales a nivel de la UE;
  • siempre que sea posible, las prácticas deben tener lugar como parte del plan de estudios y no una vez que los estudiantes hayan terminado los estudios;
  • es necesario cierto apoyo financiero a las personas en prácticas, especialmente a los que proceden de entornos más desfavorecidos, y
  • deben tomarse medidas para asegurarse de que los procesos de contratación de personas en prácticas sean abiertos y transparentes.
El estudio sobre las prácticas profesionales complementa la consulta pública sobre la calidad de las mismas, iniciada como parte del paquete sobre empleo de la Comisión, de abril de 2012 (consúltense IP/12/380, MEMO/12/256 y MEMO/12/252).

Contexto

En ambos estudios se presentan datos y cifras correspondientes a cada Estado miembro y figuran estudios de casos más pormenorizados en algunos países seleccionados. El aumento del desempleo juvenil, combinado con notables desfases de las cualificaciones en los mercados de trabajo, ha incitado a los Estados miembros de toda la UE a centrarse cada vez más en sistemas que faciliten la transición de la escuela al trabajo, como el aprendizaje y las prácticas profesionales. Las empresas europeas ofrecen actualmente puestos de formación en empresas a un total de casi 9,4 millones de estudiantes. Los estudiantes-aprendices representan aproximadamente el 40,5 % de los estudiantes de secundaria de los veintisiete Estados miembros.

El aprendizaje profesional se define como formación profesional inicial «dual», que combina y alterna formación en empresas (períodos en que se adquiere experiencia laboral práctica en un lugar de trabajo) con educación en un centro escolar (períodos de enseñanza teórica y práctica que se siguen en una escuela o centro de formación), cuya finalización con éxito da lugar a una titulación de formación profesional reconocida a nivel nacional. En la mayoría de los casos existe una relación contractual entre el empleador y el aprendiz. La experiencia demuestra que en los países que cuentan con tales sistemas de aprendizaje, los jóvenes presentan más posibilidades de tener una transición fluida de la escuela al trabajo. Existen sistemas de educación dual en varios Estados miembros de la UE (muy comunes en Austria, Alemania y Dinamarca, y también en Países Bajos, Francia y Eslovenia).

Las prácticas profesionales se definen como experiencia laboral de duración limitada que incluye un componente educativo. Tienen objetivos parecidos al aprendizaje profesional: contribuir a una buena transición de la escuela al trabajo, proporcionando experiencia práctica, conocimientos y competencias que complementen la enseñanza teórica. Pueden formar parte de programas de educación superior. En el caso de algunas profesiones (p. ej., médicos, abogados y profesores) y en muchos otros planes de estudios universitarios los períodos de prácticas son un elemento obligatorio del curso educativo. Sin embargo, los jóvenes cada vez tienden más a realizar prácticas profesionales de posgrado que vinculan únicamente a la persona en prácticas y al empleador y no están relacionadas con un plan de estudios ni con un procedimiento de titulación.


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